La Consciencia del momento
“…fue un momento intenso de consciencia, de lo que ha sido este año, de poner foco en las pequeñas cosas, en las cosas que importan, en la gente que vale la pena, en las ocasiones a disfrutar, las oportunidades a trabajar …”
Me decía una clienta que lo que se lleva del año pasado, del proceso de coaching realizado, es la Consciencia del momento.
El Haber aprendido a parase y a mirar, y una vez ahí, poder entender, y aún más importante, aceptar todo lo que esa mirada elegida, empoderada y responsable nos muestra para con ello, poder cambiar.
La consciencia suele ser definida como “…tener conocimiento de lo que se siente, se piensa y de cómo se actúa”.
En estos tiempos de pocas certezas y muchas verdades, el mejor foco y la guía más certera, es el Autoconocimiento.
Saber que el único copiloto que necesitamos para transitar los desiertos y las tormentas de nuestra vida, para disfrutar de los valles es la consciencia de que estamos siendo partícipes de cada salto, de cada acelerón y de cada bache, que las risas, los aprendizajes y las dudas llevan el sello de nuestra persona, que somos capaces y podemos con ello, que tenemos voz y voto, que el viaje continua porque nosotros así lo decidimos.
Que somos responsables de detenernos o seguir caminando, de darnos un tiempo y un espacio, de aceptar o entrar en bucle. Que el compromiso, ese hacernos cargo, nos lleva a la fuerza, al desarrollo, al poder cambiar.
Me decía la coachee que la aceptación de sus miedos y de sus errores, de su ser imperfecta le ha dado alas y le ha servido de trampolín para arriesgarse, para probar métodos nuevos, para mirar de otra manera (a ella, y sobre todo a sus hijos…), sin prejuicios, con miedo a veces y también con ilusión, la posibilidad de crecer, de avanzar, de llegar a ese sitio nuevo y desconocido que nos acerque un poco más a la versión que más se parezca a lo que queremos estar siendo.
El tomar consciencia de sus acciones, de lo que pensaba y de lo que sentía (siente), en según que situaciones y personas, ha dado brillo y ha iluminado las opciones para seguir hacia delante, para acometer el cambio, para elegir las herramientas a utilizar, los caminos a transitar.
“… poner objetivos reales, hacerme responsable y atreverme a ello, se ha vuelto, de repente (tras ese trabajo de tomar consciencia, de Autoconocimiento), algo ilusionante, posible y sobre todo, realizable.”
El Poder de la Consciencia.